La línea de trabajo que sigue mi obra parte del lenguaje, de los automatismos y de los propios sueños. Nace a partir de los juegos del subconsciente y de todo aquello leído, abarcando poesía y ensayos. Un juego intrínseco que nace y crea a partir de símbolos universales y propios, de esta forma se abre un imaginario que abraza aquello que en un primer estadio puede carecer de sentido, pero que va formando un universo de símbolos y personajes.

Este se basa en el contexto en el que se habita (y deshabita), en las personas que habitan el entorno y sus ideas. De esta forma, tanto el presente que rodea como aquello que se lee configuran la mente, de forma autómata y tenaz. Un juego entre la realidad y lo onírico, versando en los puentes que unen el inconsciente con el consciente, siendo la calcografía el medio sólido para enjaularlos, y de esta forma materializarlos y retenerlos en un soporte.