Carmen Berrini

En el último año en el taller tengo abiertos varios frentes:

  •  la investigación y práctica de técnicas de grabado no tóxico (comenzada hace años con la litografía en poliéster y ampliada ahora a la electrolisis, el sulfato salino, …) tanteando la posibilidad de eliminar, o por lo menos aminorar, el problema de los contaminantes de uso habitual en el taller.
  •  la búsqueda de inmediatez e intimidad, con el desarrollo de formatos muy pequeños con estampas que, si bien pueden funcionar individualmente, están pensadas para relacionarse entre sí formando un conjunto.

Todo ello sin abandonar los trabajos más habituales, fundamentalmente de punta seca y/o litografía y mucho color o grabado directo de matrices plásticas.